mentiroso y nudista
lunes, 30 de septiembre de 2019
jueves, 8 de febrero de 2018
Helecha
sábado, 10 de septiembre de 2016
Kretina te extraño
¿Cuándo las cosas empezaron a cambiar?
Hubo algo silencioso
que se movía por debajo
como las cintas magnéticas
en los aeropuertos.
Ayer medimos el tiempo en dinero
calculamos cuánto valía el dólar
hace 5 años
y el costo de vida
y los salarios.
Entender entiendo poco
pero cuando vimos
cuánto salía el pan
cuánto salía el taxi
Y que el boleto escolar
lo pagábamos cero con diez
nos agarró un ataque de risa.
pero sólo las fotos
nos dejan verlo
mirate acá a los 25
parecés un fideo.
¿Te acordás cuando mi papá te decía fideo? ¿Eran tiempos mejores? sI me pongo a pensar me agarra angustia. Mi papá todavía casado, con sus raptos de ira y de bajón, pero vivo, veneraba la birra como nadie y se ponía celoso de que fuéramos novios. Ahora, ya sin novia, fisura debajo de una frazada en su palacio marplatense. Nosotros nos despertábamos a cualquier hora, con un poco de culpa, a veces enojados. El trabajo no era todavía aplastante. Nos enojábamos por cosas sin sentido porque seguramente no teníamos problemas reales. Nunca me voy a olvidar de cuando volqué la coca en el tablero de burako y me dejaste de hablar. O cuando te agarró un bajón porque cumplías 27 y te encontramos una cana y todavía no sabías manejar. Ey! Todavía no sabemos. Me gusta esa torpeza. Nos deja todavía de ese lado del tiempo.
Nuestros tíos se murieron.
Conocimos nuevas drogas
Decidimos que hay cosas de las que no vamos a hablar
Tuvimos un gatito que todavía tenemos
Nos metimos en el mar mil veces juntos
Nos sacamos como 500 selfies
Nos agarramos de la mano.
Nunca nos puteamos, pero nos lanzamos
miradas fulminantes
Siempre tu cara me pareció preciosa.
lunes, 25 de enero de 2016
Pinamar
placas de tv a todo color
titulares absurdos en los que me escondo
de la información.
Un fin de semana en Pinamar
que fue exceso, locura y pasión
familiares que me olvido de llamar
mi abuela en el departamento de Gascón
con un bitel toné enfriándose en la heladera
para nadie.
Todo el siglo XX no pudo derribarla
y a mí me derriba la información.
¿Qué hago con lo que conozco?
Los datos
la familia disuelta sentada esperando
el miedo
los nombres de las cosas
el país que se prende fuego,
y ese fin de semana en Pinamar que fue un oasis
algo del paraíso en medio de la destrucción.
¿Cómo hago para repetir para siempre esa manera de vincularnos?
Acurrucados bajo una sombrilla
abajo de los pinos
adentro de los médanos
a un costado del mar.
Parece una tontería pero quiero decir gracias.
En medio del ruido es difícil a veces hacerse escuchar,
en medio del miedo a veces miro para abajo queriendo mirar de frente
dar las gracias
practicar la hospitalidad.
viernes, 4 de diciembre de 2015
Paraíso
fresca
brillando.
Están los cuerpos flotando al sol
dejándose quemar.
Está el olor a fuego recién empezando a arder
hojas y ramas secas
que arrancan a crujir
llenando el aire de un humo
que sube pero hasta ahí.
Los otros grupos
huelen también
el humo que sube y escuchan
que algo cruje.
No importa lo que tiremos a la parrilla
si este instante
del verano
sin ansiedad
pudiera no digo durar para siempre
sino al menos repetirse más seguido.
En ese momento
el sol nos deja la marca de las mallas
nada nos preocupa
nadie tiene miedo
nadie se adelanta a lo que va a pasar
todos tenemos la cara tranquila
y la mayor parte del tiempo
no sabemos ni cómo nos llamamos.
martes, 10 de noviembre de 2015
¿de lo que es?
¿de lo que pudo ser?
¿de lo que quiero que sea?
El material
¿es reciclable?
¿debe ser original?
¿se parece a la madera?
¿qué se supone que hago cuando escribo?
¿qué hay en las palabras?
¿será como si quiero subrayarme?
¿no sería más honesto decir
“no sé”,
igual que últimamente hago con todo?
¿será que hay algo más?
que en realidad quiero decir:
no quiero hacerme cargo
¿será que escribo porque no sé hablar?
Si pienso en mis compromisos
¿me parece a mí o alguien se ríe?
me gustaría ser un animal agradable al tacto
que ve y escucha todo
y posee el don de la invisibilidad.
miércoles, 28 de octubre de 2015
Dale, se un animal
volvete un perro
un elefantito
usemos las palabras lo más peladas posibles
digamos lo que hay que decir
más no
rasquemos lo que sobra
de la torta
lleguemos donde está el dulce de leche
¿si es una metáfora?
no creo
dale, se un roedor
para mí
una cosa peluda que se deje acariciar
hablemos un idioma suave
sin dobles intenciones
un idioma agresivo
no sé
algo que sea de verdad.
miércoles, 7 de octubre de 2015
vi beber mate a muchas personas
en situaciones diversas y en todas
quise tirarme del dos setenta y tres
para atrapar el próximo.
Hoy mismo en el mismo colectivo
7 am
todos al trabajo y a la escuela,
mientras esos mates ajenos pasaban
por la ventanilla,
adentro dos tipos con overol
bebían de un mate amarillo en silencio.
También hoy como siempre
en el comedor de la 42
los hombres que preparan la comida
y son porteros
se pasan un mate rojo
metálico
lo sirven con concentración
achinan los ojos al tomarlo
no lo pasan de mano en mano
lo arrastran por la mesada blanca
hasta alcanzar al otro
que descruza los brazos
de esa especie de 8 que tenía armado
sobre el tablón,
hace subir el mate
y lo chupa.
No creo que sepan
que hace un momento
venía pensando en saltar
hasta un mate suspendido
entre dos cuerpos.
Es en ese gesto
cuando el mate flota
o se arrastra
en donde siempre que paso
quiero quedarme.
lunes, 28 de septiembre de 2015
Un domingo a la mañana sola
tomando un mate exquisito y escuchando la radio
mientras paseo por la casa.
Salgo al patio
huelo el jazmín, entro
paso la escoba
tomo mate
frente al espejo intento peinarme de una forma novedosa,
ordené y limpié todo y ahora me gusta deslizarme
de una habitación a otra.
Voy al balcón
arranco las hojas secas del ficus y el jazmín.
Retardo el momento de tener que sentarme
a preparar clases.
Espío la semilla que dejaste germinando
adentro de un algodón.
Tengo un sentimiento triste
subo la radio
salgo al patio a chequear el volumen,
no sea que moleste a los vecinos.
Tomo un mate que cada vez está mejor.
La radio me encanta, puedo ser parte de una conversación
sin que me pese no participar,
me río sola
¿cuántas caras que no controlé habré hecho en lo que va del día?
A veces pienso en eso.
Después de esto, me gustaría poder visitar a mis papás.
Están grandes y un poco solos
y es triste a veces
leer los títulos de algunos diarios en Internet
y que parezca que eso sea lo real.
domingo, 27 de septiembre de 2015
273
Me siento en los asientos del lado del sol
pasé un poco de frío en la parada
y me va a costar recuperar el calor.
Hay un largo viaje
en el que me pregunto
qué debería estar pensando
y que sería bueno aprovechar
para entender ciertas cosas
por ejemplo por qué no dormí anoche
pensando en las horas de Lengua que tomé
en que seré una extraña cuando llegue
una especie de extraterrestre
que arriba a un nuevo planeta
y los chicos dirán que soy un alien
y es posible que me rechacen.
No puedo
nunca puedo
reflexionar
entonces miro para afuera
voy nombrando
cada cosa
para aprender el camino
para saber que estuve acá.
Cuántas veces vuelvo de estar afuera
y no sé dónde estuve
y cuando me preguntan pienso
no sé, en ningún lado.
En Mar del Plata nunca supe bien para donde quedaba el mar
y muchos viajes que hice
los olvidé por completo.
El colectivo encara por 13,
después el camino se divide
para un lado Camino Belgrano
para el otro, Centenario.
Agarramos por Belgrano,
grandes cadenas de supermercado a un costado
campo al otro costado
la calle se angosta
madereras
venta de materiales de construcción
algunos restaurantes
me pregunto dónde es el límite entre pueblos.
Autos
pasto
árboles
árboles
por un momento muy corto, casi un segundo
pienso “que el viaje siga
que el paisaje sea siempre este
que no tenga que bajarme”.
Vi alrededor de 10 plantas de jazmines,
el camino es recto y largo
y no debo distraerme
debo nombrar las cosas
establecer referencias
saber dónde estuve hoy cuando llegue la noche.
Lotería de la provincia
caballos
árboles
árboles
calles sin cordón
casas-quinta
animales pequeños
ningún alien.
jueves, 17 de septiembre de 2015
Me pinté las uñas de un dorado raro, iridiscente
me alegré de pensar que iban a guiarme en la oscuridad.
Ya estoy de vuelta
del paseo en bicicleta
de hoy a la tarde,
elegí el horario de cuando sobreviene la oscuridad
avanzan las sombras de los edificios
van cubriendo los restos dorados del sol
pero no de mis uñas
que es como si brillaran
cuando les pegan las luces de los autos
y los negocios del centro.
Volviendo pasé por el vivero
e intenté explicarle a la señora
la maceta que había en mi imaginación
y me dijo que a veces
la imaginación es demasiado extensa.
Compré 10 kilos de tierra y ahora estoy de vuelta
con la sensación
de no estar en ningún lado
y sólo responder a estímulos de luz.
viernes, 7 de agosto de 2015
que somos lo que hacemos
Yo también pienso que estamos
hechos de lo que hacemos
pero no sé en dónde entran las palabras
dónde operan en nosotros los otros
lo que nos hacen los demás
lo que no hacemos
la larga lista de cosas que olvidamos
y las que hicimos sin darnos cuenta.
A veces creo que estoy hecha de palabras
y que no sé en dónde empieza lo que soy,
qué tontería
Me gustaría ser una deportista
correr sobre un gran paño azul
haciendo figuras aéreas
confiar en que mis manos
van sostenerme
después de cada salto
llegar a casa y ver mis músculos en el espejo
saber que puedo derribar
enemigos
y sostener muchas veces mi propio peso
¡Mi propio peso!
¿Qué sostengo con palabras?
viernes, 17 de julio de 2015
Veloz luminosa
¿por qué preocuparme?
un flash, una ráfaga de luz, una figura
pedaleando contra el viento.
Sigue siendo de día pero las luces rojas y blancas de los autos
trepan y brillan
contra la avenida.
Soy una silueta alguien
que pasa
quisiera ser así de liviana
como esas imágenes
que se recortan un momento en la retina
y en seguida se disuelven
hacen lugar a otras
que hacen lo mismo
y forman un paisaje.
Algunas son más nítidas
otras más claras
otras borrosas
a veces se vuelven tenues
densas
pesadas.
Por ir pensando así
confundo las luces
y cruzo en rojo
alguien me insulta desde lejos,
yo pienso: ahí quedé más tiempo
después voy a mezclarme con todo lo otro
¿Qué forma tiene todo eso otro?
líneas, puntos, chispas, redes
esas lucecitas de navidad con distintas funciones
hay una en que las luces se prenden de golpe
y se van apagando muy despacio
como un fuego extinguiéndose
como una vela cuando queda sin oxígeno
como la tele de antes.
No quiero preocuparme por esas formas de luz intermitente
que soy
para los otros.
estoy escuchando música, y nada más
comiendo esta pera, y nada más
cocinando un pan, y nada más
preparando mate, y nada más
mirando por la ventana, y nada más
¿y qué si nadie se entera?
estoy haciendo una cosa a la vez
No importa si no me ven
si mi imagen social se torna borrosa
si me olvidan
estos días sin conexión estoy contenta de estar acá
en ningún lado.
miércoles, 15 de julio de 2015
jueves, 28 de mayo de 2015
martes, 26 de mayo de 2015
estuve leyendo 30, 40
¿cuántas veces?
un poema de nombre “La desafección”
Lo leí en voz alta pensando en que lo leía
para las personas que me gustaría que estén ahora acá
Ey, ¿dónde están?
Haciendo nuestras cosas
lo que nos ocupa y no nos deja estar reunidos
como el sábado, me acuerdo
¿qué le pusieron al fernet?
como en Tigre.
El año empezó en la cima y después
lo arruiné.
leyendo un poema 30, 40 ¿cuántas veces?
pensando
que empiece todo otra vez
que estemos otra vez en esa playa
que no haya que diferenciar las cosas
decir esto es así y esto va acá
si podemos estar sobre esta lona
de cara al mar, o
cruzar el río
hacia la isla
llevar lo que haga falta
para detener esto acá
una canoa naranja
sobre el agua marrón
el ruido de los remos, avanzando
los bagres sobre el fondo sí
una casa con parrilla al frente.
jueves, 19 de marzo de 2015
Fotos
el único momento de comunión familiar del verano
aunque no hubo una foto
lo recuerdo como una.
Acá están nuestros cuerpos
sobre la colchoneta a rayas verdes
sobre fondo blanco
de la rodilla para abajo las cuatro piernas
mojadas hamacándose en el agua.
Esta es mi cara de estar de acuerdo
y por la tuya parece que justo algo pensabas
Por suerte coincidimos en que el espacio
vacío
que veíamos
no era cierto
creo que exageraste cuando dijiste que nuestros cuerpos podrían ser atravesados
por espadas finísimas
porque había espacio entre lo que sentíamos como total.
Después la foto se vacía
estamos en esta otra ahora,
yendo a comprar lo que falta para irme.
En la estación de servicio detenemos nuestro auto
los hombres que sirven la nafta piden que no usemos nuestros teléfonos
una chispa, y zas, dice uno,
y mueve la mano indicando algo que le resulta obvio.
Si estiro ahora las manos, ¿qué toco?
¿estará atrapado en algún lugar
eso que dije pero no llegó?
Las fotos que guardé todo este tiempo
¿qué forma tienen?
y eso que pensamos acerca de los escorpiones
y después olvidamos
¿Dónde está?
martes, 28 de octubre de 2014
No voy a ser explícita, es una imagen triste
tal vez la imagen más triste del mundo.
Reconstruyo a la distancia los efectos
de las acciones de los otros
la onda expansiva de todo
el radio que va creciendo, se estira,
gana terreno.
Como en ese capítulo en que Homero vuelve al pasado
toca algo y después
el presente es una locura.
Cualquier movimiento implica ese eco
una cosa que queda rebotando
y se lleva puesto el resto.
Muchas palabras deben hablar de esto de formas distintas.
Una sola alcanzaría y no tendría que escribir
todo esto intentando encontrarla
tal vez un término físico-químico
pero no presté atención nunca
a todo eso. Ayer
en un programa de juegos en la tele
preguntaron qué era el sol, y en la mesa todos dijeron
que era obvio que era una estrella y yo
me hice la que no pasaba nada.
La televisión es un lugar oscuro,
Lo que pasa ahí adentro destruye todo,
paso los canales y es como hachazos
y cuando sin querer salgo de eso,
me viene esa imagen, la imagen más triste del mundo
las peores noticias se escuchan por teléfono, pienso
Pero es lo único real ahora.
Parece un manifiesto, pero no.
Es que lo esencial, lo más sencillo, a veces se me escapa.
Con internet pasa algo similar
no me permite estar en algunos lugares vitales
como el ocio y la pérdida de tiempo.
Quizás cuando todo sea
100% tecnológico ya no seremos seres divididos.
Yo, no puedo conciliar mi parte de sinceridad
con todo esto que me abruma y brilla demasiado.
Lucía dice que mi cuarto parece el de una loca
que llevo bien el orden y la limpieza de la casa,
pero que mi cuarto no es normal.
A veces está tan asqueroso que no se puede entrar,
a veces viene alguien a dormir y le digo que cuidado
con todo lo que hay arriba de la cama, porque hay cosas frágiles.
Santiago vino la otra vez y encontró muchas cosas,
entre ellas el candado de la bicicleta,
los anteojos y el apoya pava.
Si algo se pierde en esta casa, seguro que está en mi cama.
No sé cómo todo está ahí ni cuándo llega.
Es algo que podría averiguar si no estuviera siempre en otra parte.
y ahora quiero estar acá, de este lado de las cosas,
sin que me importe qué hacen todos los demás.
Ahora quiero retener la imagen más triste del mundo en mi cabeza
que no me de lo mismo
saber que mi hermano viaja en un Cóndor Estrella
y en la terminal lo esperan mis papás.
y sólo aparecen juntos cuando algo no está bien
o cuando algo muy bueno está por pasar.
Podemos ser una familia todavía, abrazarnos
en estos casos de vida real.
Todo lo demás, me da vergüenza ahora.
un viento fresco
sin olor
bastante frío.
Luisina dijo: mirá,
la vida real.
cómo me queda la bici con canasto
cómo me quedan las nike con cámara de aire
cómo me queda comer una manzana.
Estoy bien, sin preocupaciones,
probándome los objetos de esta casa.
Bailo y me miro para ver cómo me ven
los otros al moverme, no está mal, pienso
y en eso descubro que por la ventana me miran
dos trabajadores de los techos.
Corro y cierro de un solo tirón la persiana.
En la oscuridad, experimento la sensación incómoda de una traición
cierro los ojos y recuerdo un video de youtube:
uno en que había una chica que había prendido velas
sobre una mesa ratona,
después había hecho la vertical contra una puerta en lo que
pretendía ser un baile erótico,
y en eso alguien, del otro lado, abría la puerta
y la chica cae sobre las mesa ratona llena de fuego.
Todavía detrás de la persiana, con las manos y la cabeza
apoyadas sobre el marco frío
espío por las hendijas a los intrusos.
Parece que ya se olvidaron, están comiendo algo
y tomando gaseosas.
Si fuera hombre, treparía a los techos
junto a ellos,
haría chistes para romper el hielo,
haría como que sé de lo que se trata todo.
Salir de la ducha, y fumar.
Que pare de llover, salir a fumar.
Fumar para pensar.
Alguien me dijo una vez
que fumaba en la ducha, pero es imposible.
Me acuerdo de leer un cuento
donde los protagonistas fumaban bajo el diluvio.
Fumar en la playa, después del mar.
Fumar era un momento de ocio.
A lo último ya no quedaba bien fumar adentro de las casas
ni en los restorans
pero salir a fumar a la calle también era espectacular.
en bikini
descalza
en short
al sol en invierno
de noche en verano.
Extraño todo eso.
Después estaba todo lo malo,
pero la memoria es selectiva, claro.
Lo que recuperamos de las cosas a veces no es tan así.
Hay personas que se sostienen del pasado, pero: ¡no existe!
Mitad es verdad y mitad decorado.
lunes, 5 de mayo de 2014
viernes, 16 de agosto de 2013
El día arranca negro: las noticias
viernes, 12 de abril de 2013
jueves, 21 de marzo de 2013
viernes, 26 de octubre de 2012
lunes, 25 de junio de 2012
bobby
lunes, 7 de mayo de 2012
presidente del mundo:
viernes, 30 de marzo de 2012
Teresa y yo somos novios
miércoles, 7 de marzo de 2012
viernes, 2 de marzo de 2012
miércoles, 22 de febrero de 2012
diario del tigre
Volvimos al tigre. Otra vez descendimos de esa lancha al muelle que nos esperaba. “Por fin en casa”, dije, y a lelé le causó risa y repitió: “por fin en casa”. Me di cuenta después que no lo dije yo, sino una voz que vino del fondo, de antes del tiempo. La Isla la vi mucho más verde, las hortensias abiertas, desparramadas, la vegetación salvaje de mucho tiempo sin cortar. Entre nosotros y el paisaje, el vínculo selvático.
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miércoles, 8 de febrero de 2012
jueves, 11 de agosto de 2011
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Lo importante ahora, lo que tengo que hacer, es encontrar compañía. Claudio estaba alienado. Mi madre debe estar cantando temas para no pensar que su hija tiene síndrome de down, es decir, yo. Hago listas mentales de libros que quiero leer. Pero lo importante ahora es apartarme de esta soledad. Entro en un bar, pido cerveza. Pasan los minutos, lentos lentos. Pasan las camareras, feísimas. Pasan los borrachos y los hombres divorciados con sus hijos, hoy les toca la porción paterna. Hace años que no me siento sola en un bar, antes, cuando era preadolescente solía sentarme a tomar jugos y a dibujar en un cuadernito cuando esperaba que mi papá me pasara a buscar. Papá me buscaba los martes, íbamos al mcdonalds de la costa, a veces después al sacoa o a los jueguitos del shoppin y después me dejaba en la casa de mi madre. Cuando papá murió yo todavía lo esperaba tomando juguitos, los martes, en el café frente a la escuela. Después de eso, nunca más fui sola a un bar, hasta hoy. No estoy triste. No me gusta la gente triste. Pero estoy sola. Y a veces creo que voy a estar sola el resto de mi vida. No estoy buscando pareja. Cuando era chica pegaba mucho, a todos mis compañeros. Era realmente hermoso verlos llorar como animalitos, yo les decía que eran débiles de espíritu y corría en círculos contenta de ser poderosa, me besaba los puños que eran mi arma de fuego. En la escuela era así, asesina. Pero llegaba a casa y limpiaba los platos, le mostraba mis muy bien diez a mi mamá, y cuando las madres de mis compañeros muertos llamaban para reclamar, mi mamá no se creía esos cuentos, porque en casa era otra, divina. Yo creo que por todo esto estoy sola. Y además que después, cuando crecí, dejé de ser dos, me unifiqué y fui siempre buena, pero idiota. Ahora tengo que revertir toda esta imagen negativa del pasado. Pasa la camarera y le digo qué preciosa que sos, aunque es horrible. Me sirven un jugo vencido y digo qué extraordinario sabor. Me siento sola y aburrida pero sonrío. Pienso en el último libro que leí, la moraleja que inferí fue que el protagonista no se mataba porque su mujer suicidada tenía entre las manos un papelito que decía: “no lo hagas”, pienso que no se mató por eso, porque todo suicida está buscando alguien que le diga quedáte. Igual que todos queremos que alguien nos ame, que alguien nos necesite, para darle sentido a nuestra vida. Estoy dándome un sermón, qué onda. En fin, la cosa está clara: estoy buscando pareja.
sábado, 2 de julio de 2011
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miércoles, 1 de junio de 2011
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De pronto todo se quiebra. Un viento frío me trompea la cara, atrás quedaron la juventud y el baile, la musiquita histérica, las posibilidades. Pienso en la opción de haberme quedado adentro, sentada comiendo chizitos, moldeándolos, en el emo aterrado bajo la mesa, en Leticia moviendo el culo de acá para allá, intentando ser sexy, en el calzón chino que me hubiera gustado hacerle, en la madre de fabri, el cumpleañero. Acá no queda nada. De repente el mundo pasó a ser otra cosa, oscura y fría. Camino hasta mi casa, abro la puerta y ahí, sentados en ronda, desnudos y fieles, están mis chizitos esperando a que vuelva.
viernes, 13 de mayo de 2011
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domingo, 24 de abril de 2011
I
viernes, 17 de diciembre de 2010
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A esta hora
todo tiene el color de lo que va a pasar
todo parece un anuncio un poco gris
un poco enfermo.
Pero yo tengo unas témperas, realmente buenas.
Témperas de birra, por ejemplo.
También proyectos pelotudos pero necesarios, como todos los proyectos.
Pinto todo, tomo birra, junto pedazos y aprieto todo con fuerza para que no se desarme nada, para que todo quede intacto.
Pero hace días que en la radio dicen siempre lo mismo:
un verano minado de cuerpos quemados
un verano desierto
una ciudad turística para gente banana
un enero ruidoso en los cuatro puntos cardinales
un quinto punto que es el espacio donde cantan los muertos
y uno más que corresponde a la canción en repeat que suena en tu cabeza desde que te fuiste a pasar el verano a la costa.
Apagás el tele y te acordás que por alguna razón todo lo que sepultaste sabe cantar.
Y casi todo lo enterraste en ciudades turísticas, en tu casa materna, en el aire de la costa que tiene el olor a lo que no querés ver vivo.
Intentás dormirte pero el anuncio de lo que va a pasar te dejó idiota, como una imagen, ves a enero y a febrero boxeándote el abdomen , comiéndote la carne y, fuera de foco, una cara que extrañás.
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martes, 30 de noviembre de 2010
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La semana pasada conocí un chico por la calle. Me interceptó porque le gusté desde el principio y me dijo che, vamos a tomar un jugo. Yo estaba aburrida de no tener aventuras y le dije, vamos, dale. Me contó que era taxista, baterista en una banda de jazz fusión, médico, poeta, marinero y filósofo. Era re banana y tenía un jopo medio flogger que me incitaba al crimen. Cuando terminamos el juguito me dijo que nos viéramos la semana que viene, para ponernos de novios, y me pareció bien. Mañana supuestamente es la fecha crucial. Pero le escribí una carta para que lea antes de darme el primer piquito. Dice así:
Querido Luis:
Hola. Quiero contarte, para que lo sepas, que soy emo, cumbiera, reguetonera, careta, villera, tanguera y sensible. Cuando voy a una reunión casi nunca hablo, porque tengo miedo de reírme y que se me salga la birra por la nariz, de atragantarme con la pizza y escupirla toda y empezar a toser y no poder parar. Tengo miedo de que me pregunten algo así de repente y me asuste tanto que quiera salir volando para arriba, con mi capa invisible.
Cuando voy caminando me tropiezo con todo. Cuando fumo a veces me agarra hipo. Cuando tomo de más me digo soy un tigre, y efectivamente lo soy. En mis tiempos de ocio practico boxeo o diseño artículos de guerra y bombas caseras. También quiero contarte que en mi cabeza tengo una banda de rock que toca siempre el mismo acorde y que mi animal preferido es el velociraptor. ¿A vos también te pasa?
Bueno, eso por un lado. Por otro lado es importante que sepas que no sé qué es el peronismo, ni el radicalismo, ni un pito de historia nacional ni internacional. En la vida no hice muchos amigos. Ni nada que realmente valiera la pena. No tengo remera estampada con bandas de rock. Ni ideologías. No tengo tele. Ni libros preferidos. Ah tampoco nunca vi 2001 0disea en el espacio, ni indiana jones, ni star wars, ni el padrino. Pero no me da culpa, sabés. Porque lo que más me gusta en esta vida es dormir todo lo que más pueda, hasta que me duelan los párpados, y despertarme y que falte poquito para dormir otra vez. También soy fana de la velocidad y de la birra. Mi sueño es ser millonaria pero buena persona y tener un cadillac que me lleve a donde quiera. Ah Luis, olvidé agregar que los hippies me dan asco, igual que la nueva poesía argentina y el tomate caliente. Nada...quise trazarte un panorama previo a la consumación del pico, por si te habías pensado que era de otra manera, espero no olvidarme de nada. Te mando un besito, y ojalá me quieras.
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miércoles, 24 de noviembre de 2010
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Lo que pasa es que llegaste justo cuando se rompía todo y terminaste de romper lo que quedaba. Rompiste los muebles, el techo, las paredes, los adornos. Ya sé que lo hiciste sin querer porque ocupás un perímetro gigante y es imposible que no seas torpe. Pero ahora no tengo más casa, y estoy viviendo en la tuya desde no sé qué momento. Está bien así, pero yo quiero tener mi casa por si un día te chiflás o me aburro y me tengo que mudar.
La arquitectura es el mejor invento me parece. Es importante porque uno necesita meterse en algo cuando hay tormenta y en este planeta hay tormenta todo el tiempo, por eso es importante y porque el confort es algo que mamamos desde siempre y es el pilar en que se alza el universo. Así que, estoy bien, perfectamente bien viviendo en tu ranchito. Tenés unas plantas divinas, una enredadera que es un misterio para mí y yo meto ahí las manos y a veces no las puedo sacar porque crece a la velocidad del rayo y me enreda a mí también. Otra cosa muy linda es la bodega clandestina del subsuelo y el depósito de pirotecnia, son los dos cuartos más divertidos de tu domicilio. Yo riego todas las plantas y musicalizo el ambiente, es lo mejor que sé hacer.
Está todo muy bien. Pero sin mi casa me siento a la deriva.
Aunque, pensándolo bien, no quiero una casa, me quedo en la tuya.
No voy a forzar una poética con materiales que no encuentro. Creo que tu casa y yo así acá como hoy; y también vos y tu enredadera, somos la poesía. Todo lo que pueda decir acerca de eso me parece que está de más, que es una poesía muerta, y que hay otra que está viva y palpita siempre afuera del abecedario, y es ahí donde se gesta el quilombo, y es ahí donde la literatura sobra. Mejor me quedo en tu casa, paso música, riego plantitas, y escribir ya fue, es un deporte anacrónico.
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