sábado, 10 de septiembre de 2016

Kretina te extraño



Fideo en qué momento empezó a pasar el tiempo?
¿Cuándo las cosas empezaron a cambiar?
Hubo algo silencioso
que se movía por debajo
como las cintas magnéticas
en  los aeropuertos.
 Ayer medimos el tiempo en dinero
calculamos cuánto valía el dólar
hace 5 años
y el costo de vida
y los salarios.
Entender entiendo poco
pero cuando vimos
cuánto salía el pan
cuánto salía el taxi
Y que el boleto escolar
lo pagábamos cero con diez
nos agarró un ataque de risa.

Nuestras caras nunca son las mismas
pero sólo las fotos
nos dejan verlo
mirate acá a los 25
parecés un fideo.

¿Te acordás cuando mi papá te decía fideo? ¿Eran tiempos mejores? sI me pongo a pensar me agarra angustia. Mi papá todavía casado, con sus raptos de ira y de bajón, pero vivo, veneraba la birra como nadie y se ponía celoso de que fuéramos novios. Ahora, ya sin novia, fisura debajo de una frazada en su palacio marplatense. Nosotros nos despertábamos a cualquier hora, con un poco de culpa, a veces enojados. El trabajo no era todavía aplastante. Nos enojábamos por cosas sin sentido porque seguramente no teníamos problemas reales. Nunca me voy a olvidar de cuando volqué la coca en el tablero de burako y me dejaste de hablar. O cuando te agarró un bajón porque cumplías 27 y te encontramos una cana y todavía no sabías manejar. Ey! Todavía no sabemos. Me gusta esa torpeza. Nos deja todavía de ese lado del tiempo.  
Mamá se dejo las canas
 Nuestros tíos se murieron.
Conocimos nuevas drogas
Decidimos que hay cosas de las que no vamos a hablar
Tuvimos un gatito que todavía tenemos
Nos metimos en el mar mil veces juntos
Nos sacamos como 500 selfies
Nos agarramos de la mano.
Nunca nos puteamos, pero nos lanzamos
 miradas fulminantes
 Siempre tu cara me pareció preciosa.

Mi papá dejó de decirte Fideo y te puso Culo.

Este tono de nostalgia yo sé qué es. Nunca pensé que el destino del país iba a pesar tanto sobre lo cotidiano. Pensé que eran cosas que emergían en delay, que la política era como esa cinta magnética, que después mirabas para atrás y veías como había quedado todo. Pero esto es diferente. Estoy dele rebotar contra el ánimo de los demás, me volví yo también algo contra lo que los demás rebotan. Estamos todos más tristes, más antipáticos.  La tierra dio la vuelta hoy y yo sigo acá en lo mismo. Nunca pensé en términos de “el tiempo” pero ayer miramos para atrás y fue rarísimo.



lunes, 25 de enero de 2016

Pinamar

Noticias noticias y más noticias
placas de tv a todo color
titulares absurdos en los que me escondo
de la información.
Un fin de semana en Pinamar
que fue exceso, locura y pasión
familiares que me olvido de llamar
mi abuela en el departamento de Gascón
con un bitel toné enfriándose en la heladera
para nadie. 
Todo el siglo XX no pudo derribarla
y a mí me derriba la información. 
¿Qué hago con lo que conozco? 
Los datos
la familia disuelta sentada esperando
el miedo
los nombres de las cosas
el país que se prende fuego, 
y ese fin de semana en Pinamar que fue un oasis
algo del paraíso en medio de la destrucción.
¿Cómo hago para repetir para siempre esa manera de vincularnos?
Acurrucados bajo una sombrilla
abajo de los pinos
adentro de los médanos
a un costado del mar.
Parece una tontería pero quiero decir gracias.
En medio del ruido es difícil a veces hacerse escuchar,
en medio del miedo a veces miro para abajo queriendo mirar de frente
dar las gracias
practicar la hospitalidad.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Paraíso

Está el agua de un lago
fresca
brillando.
Están los cuerpos flotando al sol
dejándose quemar.
Está el olor a fuego recién empezando a arder
hojas y ramas secas
que arrancan a crujir
llenando el aire de un humo
que sube pero hasta ahí.
Los otros grupos
huelen también
el humo que sube y escuchan
que algo cruje.
No importa lo que tiremos a la parrilla
si este instante
del verano
sin ansiedad
pudiera no digo durar para siempre
sino al menos repetirse más seguido.
En ese momento
el sol nos deja la marca de las mallas
nada nos preocupa
nadie tiene miedo
nadie se adelanta a lo que va a pasar
todos tenemos la cara tranquila
y la mayor parte del tiempo
no sabemos ni cómo nos llamamos.


martes, 10 de noviembre de 2015

¿Acerca de qué se escribe?
¿de lo que es?
¿de lo que pudo ser?
¿de lo que quiero que sea?
El material
¿es reciclable?
¿debe ser original?
¿se parece a la madera?
¿qué se supone que hago cuando escribo?
¿qué hay en las palabras?
¿será como si quiero subrayarme?
¿no sería más honesto decir
“no sé”,
igual que últimamente hago con todo?
¿será que hay algo más?
que en realidad quiero decir:
no quiero hacerme cargo
¿será que escribo porque no sé hablar?
Si pienso en mis compromisos
¿me parece a mí o alguien se ríe?
me gustaría ser un animal agradable al tacto
que ve y escucha todo
y posee el don de la invisibilidad.

viernes, 30 de octubre de 2015

Cuerpos negros blancos
marrones
rojos
mal quemados
brillosos
tirados
desparramados por la arena
y sobre el morro.
Nosotros en el agua
haciendo plancha
de costado en la arena
con un mate en la mano
panza arriba
de espaldas
abrazados
camino al agua
a la lona
al agua
a la lona
al agua
a la lona
al barcito a buscar cerveza
a la lona para tomarla,
una foto
al agua
otra foto,
volviendo.
Después, tranquilos por un rato
la cerveza pasando fría por la boca
la lengua
la garganta
miramos una pelota que rebota
entre cuerpos
que la reciben e impulsan.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Dale, se un animal


volvete un perro
un elefantito
usemos las palabras lo más peladas posibles
digamos lo que hay que decir
más no
rasquemos lo que sobra
de la torta
lleguemos donde está el dulce de leche
¿si es una metáfora?
no creo
dale, se un roedor
para mí
una cosa peluda que se deje acariciar
hablemos un idioma suave
sin dobles intenciones
un idioma agresivo
no sé
algo que sea de verdad.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Un domingo a la mañana sola



Ahora me siento alguien fuera del tiempo,
tomando un mate exquisito y escuchando la radio
mientras paseo por la casa.
Salgo al patio
huelo el jazmín, entro
paso la escoba
tomo mate
frente al espejo intento peinarme de una forma novedosa,
 ordené y limpié todo y ahora me gusta deslizarme
de una habitación a otra.
Voy al balcón
arranco las hojas secas del ficus y el jazmín.
Retardo el momento de tener que sentarme
a preparar clases.
Espío la semilla que dejaste germinando
adentro de un algodón.
 Tengo un sentimiento triste
 subo la radio
 salgo al patio a chequear el volumen,
no sea que moleste a los vecinos.
Tomo un mate que cada vez está mejor.
La radio me encanta, puedo ser parte de una conversación
sin que me pese no participar,
me río sola
 ¿cuántas caras que no controlé habré hecho en lo que va del día?
A veces pienso en eso.
Después de esto, me gustaría poder visitar a mis papás.
Están grandes y un poco solos
y es triste a veces
leer los títulos de algunos diarios en Internet
y que parezca que eso sea lo real.


domingo, 27 de septiembre de 2015

273





Me siento en los asientos del lado del sol
pasé un poco de frío en la parada
y me va a costar recuperar el calor.
Hay un largo viaje
en el que me pregunto
qué debería  estar pensando
y que sería bueno aprovechar
para entender ciertas cosas
por ejemplo por qué no dormí anoche
pensando en las horas de Lengua que tomé
en que seré una extraña cuando llegue
una especie de extraterrestre
que arriba a un nuevo planeta
y los chicos dirán que soy un alien
y es posible que me rechacen.
No puedo
nunca puedo
reflexionar
entonces miro para afuera
voy nombrando
cada cosa
para aprender el camino
para saber que estuve acá.
Cuántas veces vuelvo de estar afuera
y no sé dónde estuve
y cuando me preguntan pienso
no sé, en ningún lado.
En Mar del Plata nunca supe bien para donde quedaba el mar
y muchos viajes que hice
los olvidé por completo.
El colectivo encara por 13,
después el camino se divide
para un lado Camino Belgrano
para el otro, Centenario.
Agarramos por Belgrano,
grandes cadenas de supermercado a un costado
campo al otro costado
la calle se angosta
madereras
venta de materiales de construcción
algunos restaurantes
me pregunto dónde es el límite entre pueblos.
Autos
pasto
árboles
árboles
por un momento muy corto, casi un segundo
pienso “que el viaje siga
que el paisaje sea siempre este
que no tenga que bajarme”.
Vi alrededor de 10 plantas de jazmines,
el camino es recto y largo
y no debo distraerme
debo nombrar las cosas
establecer referencias
saber dónde estuve hoy cuando llegue la noche.
Lotería de la provincia
caballos
árboles
árboles
calles sin cordón
casas-quinta
animales pequeños
ningún alien.




viernes, 16 de agosto de 2013










El día arranca negro: las noticias
íntimas y públicas
son adversas.
El inicio del noticiero tira imágenes confusas,
pregunto si todo eso acaba de pasar  o es
simplemente,  una presentación efectista.
Releyendo la novela luminosa, encontré subrayado
algo que decía:
 la vida siempre es peligrosa.
 Lo encuentro verdadero.
Pero lo escandaloso para mí es que el mundo
no se detenga. 
También lo bueno ocurre
en medio del desastre:
del patio del vecino sube un intenso aroma a parrilla
se escucha un gol muy lejos y después
los festejos de los desheredados de la primera división
que pasan de nivel.
Un bebé llorando
 la mesa puesta
 el hombre que hace un mes duerme en la esquina
la enamorada del muro que plantamos
 firme
marcando dirección hacia el cableado.
 Para escucharme en este torbellino, tengo que hacer
un acto de presencia permanente
dejar mi huella ser
 buena en eso.
 Estoy haciendo de mi una trinchera
 un refugio,
en donde casi nada
pueda matarme.



viernes, 12 de abril de 2013


Estamos en la zona de sol del balneario popular, cerca del mar, comiendo un cono de fritas que saben a dios. Y choclos. Un viento suave levanta granitos de arena. Cuando como mi choclo viene con eso y  al masticar, crujen como pequeños explosivos. Te digo que es hermoso, estar así, comiendo arena, y te reís y un grano de choclo se te va por otro tubo entonces tosés, yo te pego en la espalda un poco, sin soltar mi choclo, para que no me lo robe un perro. Cuando te recuperás, vemos pasar a unos metros al perro del bañero con tu choclo en la boca. Por suerte todavía quedan las papas.
Hay dos mundos. El de todas las cosas por las que me levanto, y uno feo: el de todas las cosas que a veces nos liquidan. No sé cuál es más grande, pero éste en donde estamos pesa más. Nosotros, los choclos, la arena, tu mamá en bata, mi papá asando, la cerveza fresca en la conservadora.
Recostados en mi pareo azul, contemplo nuestra suerte. Nacidos al amparo de la comodidad. Ahora, después de muchos años, entiendo mejor algunas cosas. Intento leer los diarios, estar atenta, desarrollar mi conciencia social. Además, un día me dijiste que no se puede estar todo el tiempo hablando de literatura, las personas también hablan de política, de fútbol, de petróleo. Entonces me propuse hacer un esfuerzo contra mi voluntad bebé, aprendí algunas cosas deFútbol para todos, sé que San Lorenzo se quedó en la A, y que Arsenal ganó el campeonato, Gimnasia quedó atrás en la B, pero se va a recuperar, porque es fuerte. Yo me hice de gimnasia, el año pasado, y cuando descendió, le hice un poema.
También, ahora sé que Moyano y Cristina no son más amigos. Y aprendí que durante el neoliberalismo el país quedó destrozado porque se lo dimos todo a extranjeros con dinero.
De petróleo todavía no leí.
 Espero que estés orgulloso de todo lo que sé. Pronto voy a armar un cuaderno en donde voy a clasificar pájaros, plantas, flores y también anotaré recetas, dulces y saladas. Puedo mostrártelo.

viernes, 26 de octubre de 2012


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La noche tiene olor a asado. Salgo al patio, inflo el pecho, me relamo. Miro para arriba y ahí está la luna, después de los cables. No creo en la luna.
Creo  en el edificio de enfrente: la noche oscura tapa todo y las ventanas luminosas aparecen flotando en fila, prolijitas. Ahí está el tío, acompañado de sombras.  Él sí que sabe de asados. En su casa hay posters de cortes vacunos y fotografías de caballos y toros, contemplarlos  es una maravilla.  En las otras ventanas se recortan familias, ancianos, y mascotas pequeñas.
No creo en las constelaciones. Me  identifico con los humanos,  me conmueve el detalle de todo lo cercano.  Dentro de algunos años, tendré hijos, gordos e irreverentes. Y cuando crezcan les voy a enseñar una cosa, una cosa muy grave que mi madre se olvidó. Voy a casarme con un plomero, un cazador o un electricista, para que mis hijos aprendan un arte manual. Una técnica cualquiera, da igual, pero que no les pase como a mí, que me faltó una educación y me costó bastante aprender a hacer un pancho. Y después de la cena y antes de dormirnos, voy a poner siempre música con cancioneros para que cantemos el plomero, yo y mis hijos.  Mi casa será siempre una fiesta. Un jardín con camas y mesas que apenas se vean entre las hojas y las flores. También tendremos animales, y si mis hijos quieren entrar pájaros, no voy a decirles no.







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lunes, 25 de junio de 2012

bobby


A través de las fisuras de la persiana lo veo a bobby. Está haciendo vino patero. La actividad física lo hace transpirar y se saca la remera. Nunca había visto el torso de bobby, tiene los pectorales grandes, separaditos, y un lunar en el medio que parece una tercera tetilla. Me pregunto si le dará algún poder.
Ahora toma un descanso. Desaparece y en su lugar quedan las uvas. Llega un hornero y prueba la mezcla, se entusiasma, hunde la cara como si hubiera encontrado el paraíso.
De este lado, lo único que vive es el ventilador, me refresca y me acaricia mientras hago lo que más me gusta: espiar a bobby.
Ahí vuelve y ahuyenta al pájaro, le grita en código animal y el hornero sale volando y va a parar a un álamo. Desde la casa de bobby ahora sale música, él baila abrazado a un escobillón un bolero romántico que me hace suspirar.
Siempre es lo mismo, espío a bobby todas las tardes y cuando desaparece hago listas mentales con mis deseos. Estos son algunos ejemplos:
-hacer vino patero
-ser el escobillón de bobby
-que haga mucho calor y al final se saque el shorcito
-aprender una técnica, dominar cualquier arte: cocina, plomería, electricidad.
Enamorar a bobby con mi lista de deseos. Decirle que es para mí como el señor miyagui, y que a mí también me sobra una tetilla.

lunes, 7 de mayo de 2012

presidente del mundo:







Pensar para adelante, ser tu dama,
tu guía espiritual, como cristina de Néstor,
me pone bien.
Acá, no queda nada del pasado.
Nada resiste.
Todo cedió ante esto intemporal, eterno.
También crecí.
Siento que dí la vuelta,
que volví a ser bebé.
Que el mundo es grande y raro, pero somos
los presidentes.
Yo, la primera dama.
Vos, otro bebé, que lo decora todo
con baba y caca.
Me maravilla.
Cuando aprenda a hablar en idioma bebé,
cuando vuelva a ser como chita
o cualquier cosa
de antes del lenguaje,
tengo mucho miedo de morir entonces.
En el punto más alto de la felicidad,
envuelta en llamas.